Cumpleaños

 

Un día como hoy Dios me dio la oportunidad de nacer. Al pensar en el proceso de una criatura nacer pienso que La Biblia dice que mi embrión vieron los ojos de Jehová.  ¿Tienes idea de la grandeza de ese hecho?  Estando en el vientre, estamos en un estado de pureza tal que podemos ver los ojos de nuestro Creador. Con solo pensarlo me paralizo. La esposa de mi hermano está embarazada. Grande regocijo para mi. En este mismo tiempo mi hermosa sobrina por nacer, Isabelita, esta viendo los ojos de Dios. Dios conoce lo más íntimo que esta sucediendo en su hermoso cuerpecito. Cada huesito, manitas, sus pies, y cada partecita. Isabelita no conoce pecado; es pura, sin mancha, ni contaminación espiritual.

Luego que nacemos, al mezclarnos con las cosas del mundo y perder contacto con nuestro Creador, perdemos nuestra comunión con Él. 1 Corintios 13 dice que “en parte conocemos, y en parte profetizamos;mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.” Estoy segura que cuando nuestro embrión ve los ojos de Jehová no está en la incertidumbre de “¿quién será?” El estado de pureza que teníamos en la etapa de embrión, es el mismo estado de pureza que vamos a tener una vez la iglesia sea levantada. La nube de pecado será removida de nuestro ser y veremos cara a cara. 

Mientras tenga vida y tenga fuerzas quiero servir a mi Dios. Le pido a Dios que me guarde. Mi alma canta y adora a mi Creador, Hacedor, Fortaleza, Guía, Guarda, Luz, Pan, Puerta, Médico, Abogado, Juez, Roca, Refugio, Camino, Verdad, Vida, Manantial, Lirio de los Valles, Rosa de Sarón, Estrella Resplandeciente de la Mañana, Rey de Reyes, Señor de Señores, Alpha y Omega, León de la Tribu de Judá, Roca Inconmovible de los Siglos, Salvador, Redentor, Mi Todo.

Gracias Dios por la vida que me has otorgado. Gracias por librarme tantas veces de la muerte. Gracias por estar conmigo cual poderoso gigante. Gracias por tus misericordias que se renuevan todos los días. Gracias por levantarme del polvo y hacerme tu hija. Gracias por tu sacrificio en la cruz del calvario. Gracias por mi salud. Gracias por mi esposo. Y gracias por los planes que tienes para nuestras vidas.

 

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