Escondite Apropiado

Seguros bajos las alas de Omnipotente.

(C) Marilú Ickes

 

Ciertamente todo a nuestro derredor apunta a problemas, guerras, desacuerdos, malas actitudes, violencia; en resumen, caos. Haya o no hay guerra, nuestro derredor es caos. Si miramos a la derecha, hay problemas. Si miramos a la izquierda, más problemas. Al frente o detrás, lo mismo. Y nos preguntamos ¿para dónde y por dónde ir?

El salmista David, un guerrero, decía “Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado” (Salmos 119:114 ). David, como un gran guerrero, utilizaba palabras ilustrativas a la guerra. Lo interesante de todo esto es que David identificaba a Dios como su escondedero. Escondedero es definido como un lugar o sitio apropiado para esconder o guardar algo. Fíjate que es el lugar apropiado. Nos podemos esconder en muchos lugares. Sin embargo, nos pueden encontrar, herir, identificar, atropellar, o mutilar. Pero solo en el sitio apropiado estamos seguros. Oraba el salmista David “escóndeme bajo la sombra de tus alas” (Salmos 17:8). Decía tambien “en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos” (Salmo 51:1). Mira! no hay mejor sitio donde estar que bajo el escondite de Dios. Dice el Salmo 91:4 que Dios te cubrirá con sus plumas y que debajos de sus alas estarás seguro. Mantente en el lugar apropiado, bajo al amparo, bajo las alas, bajo la sombra.

En esta hora. En medio de tantos insultos, tanta violencia, tanto atropello, tanta injusticia, y tanto a nuestro derredor, ¡ESCÓNDETE! Me dirás, ¿esconderme? ¡Si! Escóndete en Dios. Escóndete en Jehová Dios de los Ejércitos. Escóndete en el que no ha perdido ni una batalla. Escóndete en el poderoso y grande de Israel. Escóndete en que no te halla. Escóndete en la roca inconmovible de los siglos.